Me acuerdo cuando estaba en la secundaria y no se escuchaba mi voz. Me acuerdo de querer pertenecer pero a su vez me daba mucha verguenza. Fui creciendo con esa timidez. El no poder expresarme hacía que no crea en mí, me juntaba con las personas que me daban bola por así decirlo, no con personas afines a mi. Siempre me amoldaba al grupo aunque no esté de acuerdo. Claro, no podía poner límites, no opinaba sobre lo que yo creía y así fueron pasando los años.
Todo eso se convirtió en baja autoestima, lastimaba mi cuerpo, sentía incomodidad, me iba a los extremos. Me acuerdo que en verano vivía tapada, usaba pantalones largos, remera, incluso con mi familia me tapaba porque no me gustaba mi cuerpo. En el otro extremo estaba el usar ropa muy escotada para llamar la atención. Para mi sorpresa en la primera no me estaba escuchando ni yo, y en la segunda llamaba la atención pero tampoco era escuchada.
Y en un momento esa bomba implosionó y empezaron las enfermedades. Comenzó con el asma, anginas, faringitis, congestión, hasta que me detectaron hipotiroidismo y como todavía no había entendido el mensaje llegó el cáncer de tiroides. Al principio pasó que no le di bola, "porque nadie se muere de este cáncer" hasta que se lo diagnosticaron a mi mamá y mi hna. Acá cambia la historia. Me empecé a dar cuenta que habia algo más profundo, me di cuenta de todo lo que me estaba callando. Empecé a observar mis vínculos, mis decisiones y todo fue cambiando. Probé un móntón de cosas para aliviar el dolor de todo lo que había callado, y todo lo que había comenzado a hablar, a expresar. Sí, porque al principio me dolía, me daba culpa.
Hoy que pasaron más de 10 años, me ví transformando por completa mi forma de ver el mundo, de construir mi día a día, mis vínculos y la relación conmigo misma.
Es tan poderoso liberar la voz que te empezás a sentir más liviana, te das cuenta que podes tomar decisiones en base a lo que vos sentís, lo que pensás lo que querés y lo que creés que es lo mejor para vos.
Es tan poderoso liberar la voz, que de repente te ves que dejaste un laburo en relación de dependencia que te lleva a vínculos tóxicos, donde no había un para qué que te motive a transformar la vida de mujeres, a vivir con un propósito claro que amas compartir.
Es tan poderoso liberar la voz que te permitís formar una familia a pesar de lo que puede decir tu familia, tu entorno. Lo hacés siguiendo la voz de tu alma y tu corazón.
Es tan poderoso liberar la voz que se empieza a despertar tu creatividad, creando proyectos que disfrutas estar creando más allá del resultado.
Es tan poderoso liberar la voz que te da la oportunidad de descubrirte a vos misma, siendo la versión más auténtica que podés ser hoy. Se van callendo poco a poco las capas, vas construyendo una nueva identidad.
Es tan poderoso liberar la voz que te sentís más sensual, podés conectar con tu cuerpo desde una forma amorosa y sensible.
Es tan podero liberar la voz que aprendés que no hace falta ni siquiera poner en palabras para poder hacerlo.
Es tan poderoso liberar la voz que te das cuenta que ya no sos más la sumisa, que esa versión no existe más dentro tuyo, te das cuenta que tu voz sí importa!! y que la estás expandiendo al mundo entero!!
Ahora que ya sabés lo poderoso que es, te animás a liberarla??